Como el desembarco de normandía, solo que más sangriento...

"Como el desembarco de normandía, solo que más sangriento."
Así definió él nuestras reuniones. Con esa labia increible que solo el posee. Con una de esas frases tan geniales que solo él es capaz de inventar sobre la marcha.
Él es así, es la única persona con la que me lo paso genial el 100% del tiempo que estamos juntos. Para eso es mi alma gemela, ¿no?
Sí, almas gemelas, es algo que descubrimos hace tiempo. Al poco de conocernos, cuando empezamos a hablar y él decía justo lo que yo pensaba o alreves. Cuando yo terminaba sus frases y el adivinaba lo que yo pensaba. Fue durante esas fiestas cuando me pasaba las tardes en su casa viendo Higurashi no naku koro ni, que despues ibamos a tomar algo al Oconnor's, a cenar por ahí, o al cine a ver Wall-E. Ahí fue cuando se convirtió en mi mejor amigo y confidente. Esa persona con la que podía pasarme horas hablando por telefono, mesenger o mensajes. Ese chico al cual obligaba a venir todos los findes de semana desde Bilbao para compartir una tarde de chistes macabros y cotilleos.
Ya hace años de eso, ya todo ha cambiado.
Hemos pasado por muchas cosas juntos, por muchas cosas separados. Hemos tenido nuestras diferencias. Hubo un tiempo en el que creí que le había perdido para siempre. Un tiempo en el que creí que nunca le iba a perdonar. Pero al final me tragué el orgullo y le llamé. Porque ya me daba igual lo que hubiera pasado, ya no me importaba que me hubiera traicionado, ya no me importaba nada. Solo quería volver a reirme como antes. Porque aunque nunca termine de perdonarle, tampoco estoy preparada para olvidarle.

Alegría

Otro personaje. Otro chico único en su especie. Otra persona inolvidable.

Solo recuerdo haberle visto triste una vez. Fueron un par de días, y nadie sabe porqué. Pero parecía un alma en pena. Estaba quieto, callado, impasible. Andaba de forma más silenciosa y tenía la mirada perdida. Todos lo notamos. Verle así era insoportable. Era como si el fuego más ardiente de todos se hubiera consumido de pronto. Y entonces tuvimos frio, mucho frio.

Sí, es otra de mis estrellas. Es alguien a quien es imposible no conocer, porque el siempre conoce a todo el mundo. Habla contigo aunque no le conozcas de nada, se acerca a ti sin verguenza , con esa despreocupación absoluta. Habla como si te conociera de siempre, es fácil confiar en él. Un día no le conoces, al siguiente te llama monstruo maligno y te grita “¡¡¡FOLLAME!!!” por el pasillo, y al siguiente te llama para echar unas birras.

Es imposible que no te caiga bien. Es una especie de subidón de adrenalina hecha persona, es imposible estar tranquilo cuando estas con él. Sin querer te introduce en un mundo de continuo movimiento, de acciones descabelladas, de risas y de momentos memorables.

Es una de esas personas que te alegran el día. Que te pegan su estado de ánimo. Por eso si él está contigo es imposible estar triste. Y cuando él está triste es imposible estar contento. Porque al ser una persona tan jodidamente alegre, si él está triste quiere decir que algo va mal en el mundo.

Dimitri

¿Cómo empezar?
Para todos aquellos que no le conocéis en persona, debería describíroslo… ¿Qué digo?
Tampoco puedo contaros su vida, porque apenas le conozco de hace un mes. Digamos que es de esas personas que te marcan para toda la vida.
Por muchos es conocido como Dimi, Dimitri, El Dimitri de la Feever. El chico que fue grabado bailando JumpStail -borracho como una cuba- en la puerta de una de las discotecas más famosas de Bilbao, que se calló al suelo de espaldas, se levantó y continuó bailando. Ese video ya se ha hecho famoso en YouTube.
Pero bueno, él es mucho más que un borracho bailando. Muchísimo más. Es un artista, un chico con un talento brutal para el dibujo. Es el único que se atreve a dejarse en manos de una ,prácticamente desconocida, para que le rape los lados de la cabeza, los tiña de azul, le haga cresta y se la decolore de rubio; así, por que sí. Tiene más labia que muchos cómicos juntos, y suelta una media de cinco frases inolvidables por hora. Imita la risa del Joker tan bien que da miedo, y no tiene vergüenza. En otras palabras, está hecho para la televisión. Sí, un año de estos le veo dando las campanadas.
Aunque no todo en él son risas y bromas. Sí, también tiene un lado serio. Un lado en el que se puede confiar, con el que se puede hablar de cualquier cosa.
En fin, que le adoro. Es de esas personas que es imposible que no te caigan bien. Es único. Es inimitable. Es brutal. Es él.

Y para que os hagáis a la idea, os dejo una recopilación de sus mejores frases:
-Y es que me llama a las cuatro de la mañana como “eh tio, que estoy de fiesta por Marbella”, pues vale tio, yo estoy intentando dormir en la cocina de un museo.
-¡Puto nazi! ¡Fascista de mierda! ¡Falangista de los cojones!
-Tú quieres que te meta más rabo que cuello tiene un pavo.
-Cacho de… Trozo de… Pedazo de… ¡Orzobuey!
-Más heavy que comer metal y cagar cadenas.
-Te metía tal ostia que moríamos los dos, tú del golpe y yo del eco.

Una rubia...

¿Para qué excala una rubia un muro transparente?

¿Te suena no?
Sabes que me encanta contar chistes de rubias.
Sobretodo a ti, que eres rubia.

Pero aun así.
Por muy rubia que seas.
Por muy pijísima que seas.
Por muy asquerosamente rica que seas.
Yo te quiero.

A pesar de todas las veces que te he llamado rubia, tonta, pija, burguesita...
A pesar de todo... Yo, te quiero.

Y pase lo que pase, no me voy a olvidar de esos patios de diez minutos que nos hemos pasado sentadas frente a la puerta de artistico, cotilleando o hablando mal de alguien. Ni de esas bolitas de anis que llevas en la mochila. Ni de aquella vez que dejamos a Zela sin recreo porque no le dejabamos pasar. Ni de esa primera vez que hablamos, el primer día de gimnasia, ¿recuerdas?

Porque a pesar de todas las veces que nos hemos metido la una con la otra. A pesar de las veces que cuento chistes de rubias solo porque se que estas escuchando. A pesar de todo... Siempre serás mi castañita.

Para ti.
Por ser tú.
Porque ya era hora.
Porque llevo queriendo decirte esto desde aquella tarde.
Porque algo cambió, para siempre, entre nosotras quella tarde de diciembre.

Esa tarde fría, algo lluviosa. Esa última tarde antes de las vacaciones de Navidad. Esa tarde que se nos hizo extrañamente larga. Esa tarde de bromas y de llantos. Esa tarde que nos pasamos hablando en ese estrecho pasillo, en el último piso de una casa a la que poco le faltaba para desplomarse sobres las putas de Nueva Adentro. Esa tarde en la que construimos torres de cerbezas, encontramos vodka envejeciendo bajo el fregadero y casi nos caemos al asomarnos al balcón. Esa tarde cuando casi se cae la tele, y en el baño no cabía más gente.
Fue en tarde cuando descubrí que ya te quería. Cuando me di cuenta de que en esos tres meses, desde el día que te cocí, ya habían pasado muchas cosas. Ahí me di cuenta de que no eras lo que parecías. Me di cuenta de que había mucho más detrás de aquellos enormes ojos verdes. Algo más detrás de todo ese talento, de todas esas sonrisas.
Descubrí tus miedo, tus inseguridad, tus complejos. Pero también descubrí que yo quería estar ahí para ayudarte. Descubrí que quería protegerte.Porque ya te he dicho mil veces que me lo puedes contar todo. Que ya sabes que yo voy a estar ahí para lo que necesites. Que si te caes, yo te levanto. Que si no sabes donde apoyarte, yo te sostengo. Que yo pongo el chocolate, y tú las sonrisas. Que el último baño, en el pasillo de artístico, siempre estará libre para nosotras; si me necesitas.

Para ti.
Por ser tú.
Porque ya era hora.
Te quiero, pituda, un monton.

París.

Ella ha sido uno de mis grandes descubrimientos de este año.
Al principio casi no hablábamos, lo justo, de trivialidades. Pero en esas horas muertas de clase, en las que se sienta conmigo y ninguna sabemos que hacer, empezamos a hablar.
Descubrí que le encantan los libros históricos y el cine francés. Tiene una casita en Burdeos, porque en París era muy caro para no ir casi nunca. También tiene una obsesión con las tetas de la gente, y su comida favorita son las crepes. Sé que odia los bares de reggueton y que sueña con ir a un concierto de los Red Hot.
También sé que si me la quitaran ahora la echaría muchísimo de menos. Porque es de esa clase de personas que me llaman la atención. Porque ella tiene algo especial.
De vez en cuando viene y te braza, diciendo tu nombre con voz infantil. Ronronea y no para de corretear de un lado a otro. Te pide desesperadamente que le cuentes algo, porque no soporta no hacer nada.
Sé que por muy mona y adorable que parezca, si se la juegas puede destrozarte la vida. Porque también es rencorosa, y te quema los bajos del vestido.

Pero aun así, es de esa gente que... No sé.
Tiene ese “algo” que a mí me gusta.

Es especial.

La princesa que queria volver a ser rana.

Para ella.
Por se toda inocencia. Porque es tan buena que no desconfia de nadie.
Por ser tan facil de hacer feliz. Porque basta cualquier chorrada para que sonria. Porque su risa es tan sonora que se contagia. Por ser tan simple que se contenta con lo minimo. Por ser tan dulce que no puedes dejar de sonreir cuando la ves. Por ser tan facil de abrazar. Por ser tan niña.
Por ser como es.

Porque es una princesa que quiere volver a ser rana.